jueves, 15 de septiembre de 2011

Acabó el año XXVI

Quizás esta práctica ya esté muy choteada en la comunidad bloggera; quizás no. La verdad no lo sé: me considero inexperta en la interacción social a través de la red. Hablo de la práctica de hacer alguna especie de recuento cuando se inicia un nuevo ciclo, como en un cumpleaños o en año nuevo.

Pues bien, hoy es mi cumpleaños –o ayer, pues estoy a siete horas de distancia del país donde nací; así que concedo la libertad de elegir el lugar de referencia horaria–, y he de confesar que esta vez me atrae la idea de decir algo al respecto; no a manera de prosa ni poesía, sino a manera de viñetas.

Considero que mi vigesimosexto año de vida fue importante, por no decir difícil; quizás un punto de inflexión.

Lo malo:
• Inicié con la creencia de que continuaría mi carrera de economista. Me quedé sin carrera y sin trabajo. Renuncié a la economía después de más de ocho años.
• Me sentí frustrada por varios meses.
• Estuve de “nini” por primera vez desde las vacaciones de la prepa.
• Me robaron mi mochila y equipo de montaña en plena cena de Año Nuevo.
• Estuve deprimida las primeras semanas en mi viaje en Europa.

Lo bueno:
• Tomé un curso de narrativa breve. Recordé que me encanta escribir.
• Fui al bosque tropical de Chiapas a reafirmar la creencia de que me encanta mi país.
• Descubrí a Ibargüengoitia… ¡cuánto tiempo perdido sin leerlo!
• Visité Barcelona, Saarbrücken, Colonia, Trier, Heidelberg, Füssen, Schwangau, Munich y Paris. En cada uno de esos lugares tuve experiencias muy especiales.
• Hice alpinismo en el sentido estricto de la palabra: caminé en los Alpes austriacos por cuatro días. ¡Es lo más difícil que he hecho en la vida!
• Extrañé México por primera vez con tanta fuerza.
• Terminé en Paris, sin trabajo y de viaje, pero con objetivos claros.

Y, a pesar de tantos días en los que no quería ni abrir los ojos, la desesperación de saberme sin rumbo durante mucho tiempo, la frustración de sentirme lejos de mis objetivos; a pesar de todo, sin buscarlo, hay más en “lo bueno” que en “lo malo”.

Así inicio mi vigesimoséptimo año. Tengo objetivos, y eso me hace muy feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario